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qué es Substack

Qué es Substack y cómo funciona para marcas personales

Substack se ha convertido en una de las herramientas más potentes –y menos saturadas– para quienes quieren construir una marca personal sólida sin depender de algoritmos, redes sociales cambiantes o plataformas con reglas ajenas. Cuando hablamos de contenido estratégico, de conexión directa con una comunidad y de monetización real sin intermediarios, Substack aparece como una opción que no todas las marcas personales conocen, pero que puede marcar una diferencia profunda. En este post, te explico con detalle qué es Substack, cómo funciona y por qué puede ser clave en tu estrategia si quieres comunicar con libertad, aportar valor a tu audiencia y construir una base fiel de lectores dispuestos a leerte y, en muchos casos, también a pagarte.

¿Qué es Substack y para qué sirve exactamente?

Substack es una plataforma que permite crear y enviar contenido directamente al correo electrónico de tus suscriptores, sin depender de algoritmos, sin intermediarios y sin barreras técnicas. El concepto es simple, pero su potencial es enorme: puedes escribir, publicar, monetizar y construir una comunidad en torno a tu contenido sin salir de la plataforma.

Substack nació en 2017 y, desde entonces, se ha convertido en una herramienta clave para creadores independientes y marcas personales que buscan una forma más directa y sostenible de conectar con su audiencia. Ya supera los 35 millones de suscripciones activas y ha demostrado que el contenido profundo, bien pensado y bien escrito, sí tiene un lugar propio.

A diferencia de otras plataformas, aquí no se trata de pelear por la atención en un scroll infinito. Se trata de generar impacto real, conversación sostenida y una audiencia que decide voluntariamente leerte.

Plataforma de newsletters: el corazón del modelo Substack

Aunque se define como una plataforma de newsletters, Substack no es solo un sistema de envío de correos. Es un espacio editorial propio donde publicas contenido que llega directamente a los buzones de tus lectores, pero también queda archivado online, con su propio enlace, su estructura y su potencial de SEO.

No necesitas saber diseño, ni configurar herramientas complejas. Aquí el foco está en el contenido. El valor está en la palabra, no en el formato. Puedes publicar texto, audio, incluso vídeos, y hacerlo de forma recurrente, gratuita o de pago, con una comunidad que crece en torno a tu voz y tu estilo.

Esta simplicidad es una de las razones por las que escritores, periodistas, terapeutas, profesionales del conocimiento o creadores de contenido están migrando a Substack: no necesitan delegar, ni contratar técnicos, ni entender de funnels. Solo necesitan tener algo que decir.

Diferencias clave entre Substack y otros canales de contenido (blogs, redes sociales, email marketing)

A primera vista, Substack puede parecer similar a un blog o a una herramienta de email marketing, pero su enfoque es muy distinto. La plataforma está diseñada para escribir con propósito, construir una comunidad sólida y monetizar directamente sin depender de anuncios ni marcas.

Estas son algunas diferencias esenciales:

  • En comparación con un blog, Substack no necesita que trabajes el SEO desde cero ni que inviertas tiempo en diseño o mantenimiento. Escribir y publicar es inmediato.
  • Frente a redes sociales, aquí no estás supeditado al algoritmo. Tu contenido llega sí o sí a la bandeja de entrada de tus suscriptores.
  • Frente a herramientas de email marketing como Mailchimp o ConvertKit, Substack te ofrece un entorno todo en uno: publicación, distribución, comunidad y monetización, sin necesidad de integrar varias plataformas.

Además, no hay costes fijos. Substack solo se lleva una comisión del 10 % si tienes suscriptores de pago. Si no, puedes usarlo gratuitamente, sin límite de publicaciones ni suscriptores.

¿Es una red social o un blog? Resolviendo el dilema

Substack no encaja en ninguna categoría tradicional. No es una red social, aunque puedes seguir a otros perfiles, dejar comentarios y compartir publicaciones. Tampoco es un blog convencional, aunque cada post queda publicado en tu página y puede posicionar en buscadores.

La plataforma se comporta como un híbrido: toma lo mejor de un blog (profundidad, archivo, posicionamiento) y lo combina con lo mejor de una newsletter (entrega directa, relación personal, fidelización). Todo ello en un entorno sin distracciones, sin anuncios y con un público que ha elegido conscientemente estar ahí.

Lo interesante de este modelo es que cambia la lógica del contenido: aquí no se trata de viralizar, sino de sostener una conversación. No escribes para miles de ojos pasajeros, sino para una comunidad que te sigue porque confía en ti.

Cómo funciona Substack paso a paso

Usar Substack no requiere formación técnica ni experiencia previa en marketing digital. Está diseñado para que puedas empezar a publicar desde el primer día, con una curva de aprendizaje muy baja y un potencial de crecimiento muy alto.

La clave está en entender sus pilares: publicación, suscripción y monetización. Y a partir de ahí, construir con constancia y estrategia.

Registro y creación de tu perfil

El proceso de alta en Substack es inmediato: introduces tu correo, eliges un nombre para tu publicación, personalizas tu perfil y puedes empezar a escribir. Desde ese momento, ya tienes una página online activa con la estructura básica creada.

En esta fase puedes:

  • Personalizar la URL de tu newsletter (ejemplo: nombre.substack.com)
  • Añadir una biografía profesional clara y alineada con tu posicionamiento
  • Integrar tus redes sociales para facilitar el descubrimiento
  • Importar una base de datos previa si ya cuentas con suscriptores

Todo se gestiona desde un panel limpio, que no requiere conocimientos de diseño ni de programación.

Estructura básica: publicaciones gratuitas vs de pago

Una de las decisiones clave en Substack es cómo gestionar el acceso al contenido: abierto, restringido o mixto. Puedes compartir artículos gratuitos que funcionen como gancho o construir una comunidad cerrada que paga por acceder a todo lo que publicas.

Muchas marcas personales optan por un modelo mixto, donde:

  • El contenido gratuito aporta valor, visibilidad y crecimiento orgánico
  • El contenido de pago ofrece profundidad, exclusividad o seguimiento personalizado
  • Se generan ingresos sostenibles sin depender de colaboraciones externas ni publicidad

No hay una única fórmula válida. Lo importante es que el contenido tenga estructura, coherencia y una propuesta clara para quien decide suscribirse.

Monetización: cómo ganar dinero con tu contenido

Substack incorpora desde el inicio la posibilidad de activar el sistema de suscripciones de pago. Puedes definir tu precio, ofrecer planes mensuales o anuales, e incluso incluir niveles especiales como el “Founder’s Plan” para quienes quieren apoyarte con más generosidad.

Según datos de Axios, los diez escritores con más ingresos en Substack generaron en conjunto más de 20 millones de dólares en 2023, sin depender de publicidad ni de marcas. Evidentemente, no todos los creadores alcanzan esas cifras, pero lo relevante es el modelo: si tu contenido aporta valor real, una comunidad pequeña pero fiel puede generar ingresos constantes.

Substack te paga directamente mediante Stripe, sin necesidad de configurar pasarelas ni sistemas de facturación complejos. Es simple, transparente y escalable.

Analítica y métricas dentro de Substack

El panel de métricas de Substack ofrece datos claros que te permiten entender cómo responde tu comunidad:

  • Tasa de apertura y lectura de cada envío
  • Evolución de suscriptores gratuitos y de pago
  • Clics en enlaces y comentarios recibidos
  • Comparativa de rendimiento entre publicaciones

Estos datos no están ahí para que vivas pendiente de ellos, sino para ayudarte a tomar decisiones con criterio. Saber qué temas conectan, cuándo responde mejor tu comunidad y cómo evoluciona el engagement a lo largo del tiempo es fundamental para ajustar tu estrategia.

Integraciones y personalización: hasta dónde se puede llegar

Aunque Substack no tiene aún un ecosistema abierto de plugins como WordPress, sí ofrece herramientas útiles para personalizar tu experiencia. Puedes conectar tu propio dominio, incrustar vídeos, añadir audios o integrar un podcast directamente desde plataformas como Spotify o Apple Podcasts.

También puedes activar una sección de comunidad, integrar con Discord o incluso exportar tu contenido para usarlo en otros canales. La personalización no está en el diseño visual, sino en cómo estructuras tu publicación, qué tono usas, qué relación construyes con tu audiencia y qué experiencia ofreces al suscriptor.

Por qué Substack está revolucionando el marketing de contenidos

La palabra revolución se ha gastado en el mundo del marketing digital. Pero cuando hablamos de Substack, no es exageración: es un cambio estructural. Ya no se trata solo de crear contenido. Se trata de generar vínculo, de dar espacio al pensamiento largo, de monetizar desde la relación, no desde el alcance.

Mientras muchas estrategias siguen girando alrededor del tráfico, el SEO tradicional o la visibilidad en redes, Substack propone otro eje: contenido que importa, que se abre, que se lee entero y que termina convirtiéndose en una relación a largo plazo. Sin filtros. Sin interrupciones. Sin ruidos.

El auge del contenido por suscripción

El modelo gratuito basado en likes está agotado. Las audiencias están dispuestas a pagar, pero solo si perciben profundidad, claridad y consistencia. Y eso es precisamente lo que Substack facilita: una vía directa para ofrecer contenido valioso bajo suscripción, sin fricción.

Según The Atlantic, más de 2 millones de personas pagan hoy por contenidos en Substack. Este dato no es menor. Estamos ante un cambio de mentalidad: se prioriza la calidad frente al volumen. No hace falta tener cientos de miles de seguidores. Hace falta una propuesta clara y una comunidad que conecte con ella.

Lo más interesante de este modelo es su escalabilidad. Puedes empezar con contenido gratuito y, si detectas tracción, activar un plan de pago. O lanzar desde el inicio un espacio privado con publicaciones, sesiones en directo o materiales exclusivos. Tú decides el ritmo y el modelo. El valor lo pones tú, no la plataforma.

Independencia del algoritmo: el contenido llega sí o sí

Una de las grandes ventajas de Substack frente a cualquier red social es que tu contenido se entrega. No depende del algoritmo. No tienes que pagar por visibilidad ni adaptar tus textos al último trend. Cada vez que publicas, tu comunidad recibe un correo. Punto.

Esa independencia cambia por completo la estrategia. Dejas de pensar en “cómo hacer que me vean” y pasas a pensar en “qué quiero decirles hoy”. Recuperas el control editorial y te centras en aportar, no en agradar al sistema.

Además, el hecho de que el contenido viva también en tu web de Substack lo convierte en un archivo navegable, posicionable y reutilizable. Una biblioteca de valor a tu servicio.

Comunidad fiel y nichos hiperconectados

Substack no te da volumen, te da vínculo. Y en el entorno actual, eso es mucho más rentable. La plataforma te permite construir una comunidad basada en afinidad real, no en métricas vanidosas. Personas que te leen porque quieren, que comentan porque se implican y que pagan porque valoran lo que haces.

Esto abre la puerta a nichos muy concretos: desde terapeutas especializados hasta copywriters para ecommerce, desde artistas que documentan sus procesos hasta profesionales que enseñan sobre fiscalidad o estrategia digital. Lo importante no es cuánta gente te sigue, sino quién. Y en ese “quién” está el potencial de todo.

Substack para marcas personales: ventajas reales y oportunidades

Para una marca personal, Substack no es solo una plataforma: es un lugar donde afinar tu voz, crear una comunidad propia y convertir el contenido en un activo que trabaja por ti. No necesitas producir en masa ni bailar al ritmo de las redes. Aquí, la constancia y la profundidad marcan la diferencia.

Canal directo y sin filtros con tu audiencia

La mayoría de los canales digitales tienen intermediarios: algoritmos, plataformas, anuncios. Substack rompe esa lógica. El correo electrónico sigue siendo el canal más íntimo, menos saturado y más efectivo. Si alguien se suscribe, eres parte de su rutina de lectura. No estás compitiendo con vídeos de gatos ni con promociones de otros.

Ese canal directo te permite:

  • Comunicar con libertad, sin adaptarte a formatos ni a tendencias
  • Medir la atención real (aperturas, clics, respuestas) sin maquillaje
  • Escuchar a tu comunidad con claridad y ajustar el rumbo en tiempo real

En el marketing de contenidos, el contexto importa tanto como el contenido. Y el email sigue siendo el entorno donde se lee con más atención.

Construcción de autoridad y posicionamiento experto

Una marca personal vive —o se desvanece— por la autoridad que transmite. No se trata solo de visibilidad, sino de reconocimiento. Substack te permite construir esa autoridad sin distracciones, desde la coherencia y la profundidad.

Publicar regularmente en un espacio propio refuerza tu posicionamiento como experta. No dependes de terceros. No estás “invitada” en una red. Estás liderando tu propio medio. Con tu estilo. Con tu enfoque. Y con la confianza que da ver tu nombre en la cabecera de cada publicación.

Además, cada post publicado es un activo que puedes enlazar, compartir, recuperar o convertir en otra pieza: una clase, una cápsula de formación, una intervención en un evento. El contenido deja de ser efímero y se convierte en legado digital.

Ideal para creadores, coaches, consultores y profesionales independientes

Substack funciona especialmente bien en modelos de negocio basados en el conocimiento, la experiencia o la transformación. Profesionales que enseñan, inspiran o acompañan. Personas que tienen algo que decir y que quieren hacerlo sin filtros.

Es útil para ti si:

  • Ofreces servicios o programas de valor y necesitas nutrir la relación con potenciales clientes
  • Quieres posicionarte como voz experta sin depender de las redes
  • Estás cansada de crear contenido sin retorno y buscas una vía sostenible
  • Te interesa la idea de tener una audiencia propia que puedas monetizar a tu ritmo

No es una herramienta para todos los perfiles, y eso es precisamente lo que la hace tan potente cuando encaja.

Ejemplos de marcas personales que ya lo están aprovechando

Hay cientos de profesionales que ya están usando Substack como su canal principal o como complemento estratégico. Algunos ejemplos que destacan por su enfoque claro y su constancia:

  • Seth Godin, aunque no usa Substack en exclusiva, ha influido notablemente en su filosofía de comunicación directa, sin algoritmos, y muchos creadores han seguido su estela.
  • Anne-Laure Le Cunff, fundadora de Ness Labs, utiliza Substack para publicar ensayos sobre neurociencia, productividad y salud mental. Su comunidad ha crecido hasta convertir su newsletter en su principal vía de ingresos.
  • Lenny Rachitsky, ex ejecutivo de Airbnb, lanzó una newsletter en Substack sobre estrategia de producto. Hoy tiene decenas de miles de suscriptores, una parte de ellos de pago.
  • En el mercado hispano, cada vez más profesionales independientes —diseñadoras, psicólogas, comunicadoras, coaches— están creando newsletters de nicho que combinan contenido gratuito con propuestas de pago muy bien posicionadas.

Lo importante no es replicar su modelo, sino entender el potencial: crear un canal propio, coherente con tu marca y útil para quienes te siguen.

¿Es para ti? Cuándo Substack sí funciona y cuándo no

Substack no es para todo el mundo. Y está bien que así sea. No es una solución mágica ni un canal más para replicar contenido sin estrategia. Funciona cuando hay visión, cuando sabes qué quieres comunicar y para quién, y cuando entiendes que el valor está en el contenido en sí, no en la estética ni en el número de reacciones.

Elegirlo como canal principal tiene sentido si estás dispuesta a construir una comunidad desde la autenticidad, la constancia y el pensamiento propio. Si buscas visibilidad exprés, viralidad o un escaparate visual, hay otras herramientas que responden mejor.

Indicadores para saber si es tu canal ideal

Substack es un canal adecuado si estás en uno (o varios) de estos puntos:

  • Tienes claridad sobre tu propuesta de valor y sabes a quién le hablas.
  • Te interesa construir una comunidad fiel, no solo atraer tráfico puntual.
  • Prefieres escribir en profundidad que publicar de forma superficial o reactiva.
  • Tu modelo de negocio incluye formación, servicios o conocimiento especializado.
  • Quieres ganar independencia de las redes sociales o diversificar tus canales actuales.

No necesitas ser escritora profesional ni tener una lista enorme. Pero sí necesitas tener voz propia, capacidad de sostenerla en el tiempo y ganas de generar conversación.

Qué tener preparado antes de lanzarte: contenido, tono, frecuencia

Antes de publicar tu primer post en Substack, es importante definir algunos básicos. No necesitas tenerlo todo planificado, pero sí una mínima estructura para que el canal tenga coherencia desde el inicio.

Ten claro:

  • Qué vas a contar: Define tu línea editorial. ¿Inspiración? ¿Consejos prácticos? ¿Reflexión? ¿Análisis?
  • Con qué tono: ¿Eres cercana, técnica, emocional, directa? El tono debe ser constante.
  • Con qué frecuencia: No hace falta publicar cada semana si no puedes sostenerlo. Mejor calidad que cantidad.
  • Con qué objetivo: ¿Quieres posicionarte? ¿Conseguir clientes? ¿Lanzar un producto? Define el para qué.

Escribir en Substack es un ejercicio de enfoque. No se trata solo de crear contenido, sino de mantener viva una conversación alineada con tu marca personal.

Alternativas a Substack si no encaja con tu estrategia

Si Substack no termina de encajar contigo, hay otras opciones igualmente válidas según el tipo de estrategia que estés desarrollando. Lo importante es elegir el canal en función de tu energía, tus objetivos y tu forma de comunicar.

Algunas alternativas:

  • ConvertKit: Si quieres más control sobre automatizaciones, embudos y segmentación de audiencias.
  • Beehiiv: Muy similar a Substack, con más opciones de personalización y analítica, aunque con curva de aprendizaje algo mayor.
  • Ghost: Para quienes quieren un blog + newsletter + comunidad privada en un solo entorno autogestionado.
  • MailerLite: Si necesitas una herramienta sencilla para newsletters más informativas, sin el componente editorial de Substack.

No hay una plataforma perfecta. Hay una que encaja mejor contigo en este momento. Elegir bien te evita frustración y te permite enfocarte en crear con tranquilidad.

Cómo usar Substack dentro de una estrategia de marca personal potente

Substack puede ser tu canal principal o parte de una estrategia más amplia. La clave está en entender cómo se integra con el resto de tu ecosistema digital: desde tu web y redes sociales hasta tu embudo de conversión o tus acciones de visibilidad. Si lo conectas con criterio, Substack no solo te posiciona: te impulsa.

Embudos, lead magnets y automatizaciones: cómo complementarlo

Aunque Substack no es una herramienta de automatización al uso, puedes integrarla dentro de tu estrategia de captación de leads. Por ejemplo, puedes usar un lead magnet como puerta de entrada a tu newsletter y después nutrir esa relación a través del contenido regular.

Algunas formas de integrarlo:

  • Crear un recurso gratuito (ebook, checklist, masterclass) que incentive la suscripción a Substack.
  • Usar la newsletter como parte media del embudo, donde nutres la relación antes de ofrecer tus servicios.
  • Conectar Substack con otras plataformas (como ConvertKit o Zapier) si necesitas más automatización.

La automatización no es obligatoria, pero puede ayudarte a escalar sin perder calidad en la relación.

SEO, redes y otros canales: integraciones recomendadas

Aunque Substack no es una herramienta SEO-first, sus publicaciones sí posicionan en buscadores si se optimizan bien. Titulares claros, estructura cuidada, uso natural de palabras clave y enlaces internos pueden ayudarte a ganar visibilidad orgánica con el tiempo.

Además, puedes integrar Substack con otros canales para amplificar el alcance:

  • Compartir cada publicación en LinkedIn, Instagram o incluso por WhatsApp si tu comunidad es más cerrada.
  • Insertar un formulario de suscripción a Substack en tu web o en tu firma de correo.
  • Incluir enlaces estratégicos dentro de la newsletter hacia tus productos, servicios o contenidos externos.

La clave está en que Substack no funcione aislado, sino como nodo de una estrategia bien conectada.

Plan de contenidos para crecer en Substack paso a paso

El crecimiento en Substack no es explosivo. Es progresivo, orgánico y depende mucho de la calidad y constancia del contenido. Tener un plan de contenidos es fundamental si quieres mantener el ritmo sin perder foco ni agobiarte.

Empieza por definir:

  • 2 o 3 grandes temas sobre los que vas a escribir
  • Un formato base (ensayo, análisis, inspiración, casos, experiencias…)
  • Una frecuencia que puedas sostener (cada 15 días, cada semana…)
  • Un call to action claro en cada post (comenta, comparte, suscríbete, compra…)

No necesitas publicar cada día. Necesitas mantener un pulso. Crear contenido con alma, con intención, con visión. Lo demás llega.

Cómo puede ayudarte Maryenk a lanzar o mejorar tu estrategia con Substack

Substack es una herramienta poderosa, pero no lo hace todo sola. Requiere visión, foco y una estrategia bien pensada para que el contenido tenga dirección, conecte con tu audiencia y contribuya al crecimiento real de tu marca personal. En Maryenk, trabajo contigo desde la base: no para aplicar fórmulas genéricas, sino para construir una hoja de ruta coherente con quién eres, qué quieres decir y cómo puedes aportar valor de forma sostenible.

Diagnóstico de tu marca personal y voz digital

Antes de escribir la primera palabra, analizamos en qué punto estás: qué estás comunicando, cómo lo estás haciendo, qué resultados estás obteniendo y qué tipo de relación estás construyendo con tu audiencia. Revisamos tu propuesta de valor, tu posicionamiento, tu tono y tu enfoque estratégico.

Este diagnóstico no es un informe. Es una conversación profunda sobre tu identidad como marca personal, sobre lo que quieres proyectar y sobre cómo transformar eso en una voz reconocible, potente y clara. Solo desde ahí tiene sentido empezar a construir un canal como Substack.

Diseño de estrategia de contenidos centrada en Substack

Una vez identificamos tus pilares de marca, creamos una estrategia editorial adaptada a Substack. Esto incluye:

  • Definición de los temas clave que vas a trabajar
  • Tono, enfoque y estilo propios para que tu newsletter tenga identidad
  • Frecuencia de publicación sostenible
  • Objetivos concretos de conversión, posicionamiento o monetización
  • Ideas de contenidos ancla que puedas desarrollar a medio plazo

No se trata solo de tener un calendario. Se trata de diseñar un canal editorial que se convierta en un activo de valor a largo plazo.

Acompañamiento personalizado: desde el enfoque al crecimiento

Si decides contar con mi acompañamiento, trabajamos codo a codo desde el arranque de tu canal en Substack: desde la creación del perfil y la primera publicación, hasta el análisis de resultados, ajustes y crecimiento progresivo. Estoy contigo para darte estructura, mirada estratégica y continuidad, sin fórmulas ni plantillas.

Cada marca personal tiene su propio ritmo. Lo importante es que no te lances sin dirección. Y que, si lo haces, sea con intención, con claridad y con una visión sólida detrás de cada palabra que publiques.

Contactar con Maryenk.

Preguntas frecuentes sobre Substack y marcas personales

¿Substack es gratuito o tengo que pagar para usarlo?

Sí, Substack es completamente gratuito para quienes crean contenido. Puedes abrir tu canal, publicar newsletters y construir una comunidad sin pagar nada. Solo cuando decides activar la opción de suscripciones de pago, Substack se queda un 10 % de comisión por cada suscripción que vendas. El sistema de pagos se gestiona a través de Stripe, que también aplica sus propias comisiones estándar. Si no monetizas, no pagas.

¿Es mejor usar Substack que una newsletter en Mailchimp o ConvertKit?

Depende del tipo de contenido y de tu objetivo. Substack está pensado para newsletters con enfoque editorial, donde el contenido es el corazón de la estrategia. Si buscas enviar campañas promocionales o automatizar embudos complejos, herramientas como Mailchimp o ConvertKit pueden ofrecer más opciones técnicas. Pero si tu prioridad es construir una comunidad fiel en torno a lo que escribes, sin complicaciones ni diseño complejo, Substack ofrece una experiencia mucho más directa, personal y alineada con una marca personal auténtica.

¿Puedo usar Substack aunque no tenga una gran comunidad previa?

Sí. De hecho, Substack es una de las mejores formas de empezar a construir comunidad desde cero, porque se apoya en el contenido de valor y no en el volumen. Muchos creadores han empezado desde cero en la plataforma y han crecido gracias al boca a boca, las recomendaciones cruzadas dentro de Substack y la constancia en su publicación. No necesitas miles de seguidores. Necesitas tener algo que decir, decirlo bien y sostener esa conversación en el tiempo.

¿Se puede posicionar en Google lo que publico en Substack?

Sí. Cada publicación tiene una URL pública y se indexa automáticamente en los buscadores. Si cuidas el título, la estructura del texto y usas de forma natural las palabras clave relacionadas con tu temática, puedes ganar visibilidad orgánica. No sustituye a una estrategia SEO completa, pero puede aportar tráfico relevante y posicionarte como voz experta si trabajas bien tus contenidos.

¿Puedo usar mi propio dominio en Substack?

Sí. Substack permite conectar un dominio propio para que tu newsletter tenga una dirección personalizada (por ejemplo, newsletter.tumarcapersonal.com). Esta opción está disponible desde el panel de configuración y refuerza tu imagen profesional, aunque no es imprescindible para empezar. Puedes usar perfectamente la URL gratuita que te da Substack (ej. tumarca.substack.com) hasta que decidas dar ese paso.

Yo también estoy en Substack

Substack también es parte de mi día a día. Lo uso para escribir desde lo personal, sin objetivos de negocio ni estrategia detrás. Solo por el placer de comunicar. Y creo que eso también es una forma válida —y necesaria— de habitar el contenido. Descubrir el substack de María Alcaraz.

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