En silencio, sin titulares, sin escándalos. Google ha ejecutado uno de los movimientos más radicales de los últimos años en la historia de Internet: ha reducido el acceso a los resultados visibles de búsqueda de 100 a solo 10 por página. Un cambio aparentemente técnico —la eliminación del parámetro num=100— que implica mucho más que una simple modificación en la interfaz.
Este ajuste recorta de un plumazo la visibilidad del 90 % de los contenidos disponibles en la red. Y eso, en un mundo donde el conocimiento, el tráfico, el posicionamiento y hasta la innovación dependen de lo indexable, es una auténtica bomba de relojería para el SEO, la inteligencia artificial y el futuro del contenido digital.
No estamos hablando solo de perder tráfico. Hablamos de perder acceso a la información, de recortar la diversidad del pensamiento, de poner barreras invisibles a quienes no pagan por destacar. La long tail —ese océano inmenso de contenidos especializados, alternativos, innovadores o simplemente valiosos pero no virales— acaba de desaparecer para la mayoría de usuarios, empresas y modelos de IA que dependen de Google como canal de entrada al conocimiento.
Y lo más inquietante es que casi nadie se ha enterado.
Así que vamos a ello. No te voy a dar el día con asuntos técnicos, eso ya llegará. Lo de ahora mismo es más una llamada de atención para creadores de contenido, marcas personales, consultores, pequeñas empresas y cualquiera que piense que el SEO sigue siendo una herramienta democrática. El terreno ha cambiado. Las reglas ya no son las mismas. Y si no reaccionamos, seremos irrelevantes en el nuevo Internet.
H2. Google cambia las reglas del juego: el fin de los 100 resultados por página
Durante años, quienes trabajamos en SEO o simplemente navegamos con curiosidad por Internet, conocíamos un pequeño truco: añadir &num=100 al final de una URL de búsqueda en Google permitía ver hasta 100 resultados por página en lugar de los 10 que aparecen por defecto.
Ese truco ha muerto.
Google ha eliminado este parámetro sin previo aviso, sin notas oficiales y sin cobertura mediática visible. El cambio ha pasado desapercibido para la mayoría, pero es mucho más profundo de lo que parece. Al desaparecer este ajuste, se limita drásticamente el acceso a contenidos más allá del top 10, especialmente en consultas informativas, nichos de contenido y búsquedas no transaccionales.
Una consecuencia inmediata de este hecho es que la “long tail”, ese concepto clásico del SEO que defendía la riqueza de contenidos específicos, alternativos o menos competidos, ha quedado fuera del radar para millones de usuarios, creadores de contenido, proyectos pequeños y modelos de IA.
Esto no es solo una decisión técnica. Es una redefinición silenciosa del acceso a la información.
¿Qué ha eliminado exactamente Google?
• Fin del parámetro num=100 en las URLs de búsqueda
Hasta ahora, podías ampliar manualmente el número de resultados visibles por página en Google utilizando el parámetro &num=100 en la URL. Aunque no era una funcionalidad popular entre el usuario medio, sí era muy utilizada por perfiles técnicos, SEO, periodistas de datos o profesionales que investigan con profundidad.
A partir de junio de 2024, Google ha retirado esta opción sin alternativa pública. Ya no se pueden ver más de 10 resultados orgánicos por página.
• Solo 10 resultados por página: la “long tail” queda fuera de juego
El recorte no parece grave si solo buscas recetas o productos, pero es devastador en sectores donde la especialización, la innovación o la diversidad de fuentes importa. Blogs pequeños, artículos técnicos, papers, foros, proyectos de nicho… todo ese contenido que solía encontrarse entre los puestos 11 y 100 ha desaparecido del mapa visible.
• Cómo se ha hecho de forma silenciosa, sin apenas cobertura mediática
No ha habido comunicado oficial de Google. No se ha avisado a editores, creadores ni plataformas que dependen de esta visibilidad. Solo algunos medios especializados en SEO, como Search Engine Land, han dado la voz de alarma.
La mayoría de usuarios ni siquiera sabrá que algo ha cambiado. Pero quienes rastreamos analíticas, conocemos las reglas del SEO y trabajamos con datos… lo hemos notado enseguida.
¿Por qué este cambio es tan relevante para el SEO y la IA?
• Menos resultados visibles = menos contenido indexado útil para el usuario
Aunque el contenido siga técnicamente indexado, si no aparece entre los primeros 10 resultados, no existe para la mayoría de usuarios. Esto significa que el SEO deja de ser una herramienta escalable para muchos proyectos que no pueden competir con grandes dominios o presupuestos.
El volumen de visitas orgánicas se ve restringido, y la oportunidad de visibilizar propuestas distintas, nuevas o disruptivas, desaparece.
• Las IAs pierden datos de entrenamiento
Modelos como ChatGPT, Claude o Perplexity se alimentan —entre otras fuentes— de los contenidos públicos accesibles en la web. Si el acceso a esa diversidad informativa se restringe, los modelos entrenan con menos variedad, menos matices, menos voces.
Google, en cambio, se reserva para sí mismo todo su índice completo, lo que favorece su propio modelo (Gemini) y plantea un claro conflicto de intereses sobre la neutralidad de acceso a la información.
• La visibilidad se concentra en los primeros resultados
El nuevo escenario pone aún más presión sobre el top 10 de Google. Quien no esté ahí, queda fuera del circuito. Esto acentúa las brechas entre grandes marcas o webs con autoridad consolidada y los proyectos más pequeños o emergentes.
Los algoritmos no son imparciales: favorecen estructuras, velocidad, backlinks… y todo eso depende de recursos. ¿Resultado? El SEO se convierte en una carrera cada vez más elitista, donde competir por calidad ya no es suficiente.
La inteligencia artificial también se queda a ciegas
Modelos como GPT, Claude o Perplexity ahora entrenan con una fracción del conocimiento accesible. Lo que parecía un simple ajuste técnico en los resultados de búsqueda de Google ha tenido consecuencias que van mucho más allá del SEO: afecta directamente al entrenamiento, rendimiento y diversidad de los grandes modelos de lenguaje. Y si la IA ve menos, entiende menos. Si se alimenta solo de lo que Google decide mostrar —ese escaso 10 %—, estamos empujando a toda la industria hacia un conocimiento más limitado, más homogéneo y más dependiente de unas pocas fuentes privilegiadas.
¿Qué modelos están afectados y por qué?
- Hasta ahora, modelos como GPT (OpenAI), Claude (Anthropic) o Perplexity AI accedían a buena parte del contenido indexado en la web para entrenarse y mejorar sus respuestas. Sin embargo, tras la eliminación del parámetro num=100, estos modelos solo pueden acceder a los 10 primeros resultados que Google decide mostrar por búsqueda.
- ¿Qué significa esto en la práctica? Que el Internet visible para estos modelos se ha reducido a una mínima parte. Mientras tanto, Gemini —el modelo de Google— mantiene acceso completo al contenido indexado por el propio buscador.
- La diferencia de acceso crea una desventaja estructural: no todos los modelos parten del mismo nivel de datos. Google juega con cartas marcadas.
IA con visión reducida = IA menos diversa y más sesgada
- Menos resultados visibles significan menos datos de entrenamiento. Y menos datos implica menos capacidad para captar matices, tendencias minoritarias, voces diversas o puntos de vista alternativos.
- ¿La consecuencia directa? Modelos más limitados y homogéneos. La diversidad de pensamiento, que es clave para evitar el sesgo algorítmico, queda comprometida.
- Además, esta situación acentúa la concentración de poder: las empresas que controlan los datos controlan también el discurso, los resultados y la innovación.
¿Qué pasa con la creatividad, la innovación y los datos alternativos?
- El contenido valioso que antes se encontraba en blogs técnicos, foros especializados, medios independientes o nichos profesionales ha pasado a ser invisible.
- Esto limita el descubrimiento y empobrece el ecosistema de conocimiento. Y, lo que es aún más preocupante, limita también la capacidad crítica.
- Sin acceso a fuentes disidentes o menos visibles, los modelos pierden herramientas para desafiar narrativas dominantes. Menos descubrimiento = menos creatividad, menos innovación y menos pensamiento crítico.
¿Estamos ante el fin de Internet como espacio abierto?
Durante años, uno de los grandes valores de Internet fue su carácter abierto, descentralizado y accesible. Pero este movimiento de Google puede marcar un antes y un después. Si el conocimiento se convierte en un activo cerrado y solo unas pocas IAs pueden acceder a él por completo, estamos dando paso a una red más controlada, menos democrática y con acceso desigual a la información.
La nueva cadena de suministro de datos: cerrada y controlada
- Los datos siempre han sido el oro de la inteligencia artificial. Pero si ese oro solo puede extraerse desde plataformas cerradas, el acceso deja de ser libre y pasa a estar mediado por intereses comerciales y tecnológicos.
- Esto bloquea el desarrollo de nuevas IAs independientes, de código abierto, y de proyectos innovadores que no pueden costear acuerdos comerciales con gigantes como Google.
- Las barreras de entrada se elevan. Y el conocimiento empieza a comportarse como un producto de lujo.
Google como gatekeeper: solo verás lo que quiera enseñarte
- La concentración del poder de acceso en una sola compañía redefine el papel de Google: ya no solo es un buscador, es un gatekeeper del conocimiento global.
- Esto plantea graves implicaciones éticas y políticas: ¿quién decide lo que ves? ¿qué voces quedan fuera? ¿cómo afecta esto al pluralismo y a la libertad de información?
- El sueño de una Internet abierta y distribuida parece desdibujarse. ¿Estamos volviendo a una red centralizada, con más filtros que ventanas?
¿Qué puedes hacer tú? Claves para adaptarte y no desaparecer
Este no es un cambio menor. Es una llamada de atención para marcas personales, equipos de contenido, consultores y cualquier persona que hasta ahora confiaba en que el buen contenido acababa encontrando su lugar. La nueva visibilidad está condicionada, y depender de una única fuente (Google) se ha vuelto demasiado arriesgado. ¿Qué puedes hacer tú, desde tu rol y tus posibilidades? Aquí van algunas claves accionables y realistas.
Diversifica tus fuentes de visibilidad YA
- Si todo tu tráfico, posicionamiento o presencia depende de Google… tienes un problema. Empieza hoy mismo a construir canales alternativos:
- Tu newsletter: lista propia, sin intermediarios.
- LinkedIn: no solo como red social, sino como escaparate estratégico.
- YouTube o pódcast: formatos que siguen creciendo en descubrimiento y consumo.
- Tu comunidad: puede ser un grupo, un Substack, un Discord o una lista segmentada.
- Depender solo del SEO (o de la IA) es como construir en terreno prestado. Tarde o temprano, las reglas cambian.
Optimiza para el top 10, pero no pierdas tu voz
- En un escenario donde solo los primeros resultados importan, es fácil caer en el clickbait o la copia sin alma. No lo hagas.
- El contenido de calidad y con estrategia sigue siendo el que perdura. El que aporta, conecta, educa o entretiene.
- Y eso no significa ser neutro o genérico. Todo lo contrario: necesitas una voz clara, auténtica y útil. Apuesta por lo que realmente sabes y puedes defender con autoridad.
Redobla el enfoque estratégico en contenido y posicionamiento
- No se trata de publicar más, sino de publicar mejor. Menos ruido, más intención.
- Planifica con foco. Analiza bien las palabras clave, los temas que conectan, los canales más útiles.
- La estrategia es más importante que nunca: porque sin ella, incluso el mejor contenido se pierde.
Conclusión: un cambio silencioso con consecuencias enormes
Lo que ha hecho Google no es solo un ajuste de parámetros. Es una redefinición del acceso al conocimiento, una concentración del poder informativo y un giro técnico con implicaciones políticas, éticas y de negocio.
Si creas contenido, si formas parte de un equipo de comunicación, si vendes servicios o si simplemente quieres seguir existiendo en Internet… necesitas adaptarte.
- Google ha cerrado aún más la puerta: solo enseña lo que le interesa.
- SEO e IA entran en una nueva etapa, con más sesgos y menos diversidad.
- El contenido ya no se mide solo por su calidad, sino por su capacidad de ser encontrado.
- Y tu marca necesita estrategia real, canales alternativos, identidad propia.
- Porque esto no va de viralizar. Va de ser visible sin perder la esencia.
¿Quieres prepararte para este nuevo escenario? Hablemos
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Preguntas frecuentes
¿Qué ha cambiado exactamente en los resultados de Google?
Google ha eliminado el parámetro num=100, que permitía ver hasta 100 resultados por página. Desde ahora, solo se muestran 10 resultados por búsqueda, sin posibilidad de ampliar, lo que recorta de forma drástica el acceso al contenido más allá del top 10.
¿Cómo afecta este cambio al SEO y al posicionamiento?
La visibilidad se concentra en los primeros resultados, lo que dificulta mucho posicionar si no estás en el top 10. Además, se ha detectado una caída de impresiones en el 77 % de los sitios desde el cambio, especialmente en blogs, ecommerce y webs de contenido evergreen.
¿Qué impacto tiene esto en la inteligencia artificial?
Los modelos de IA que no son propiedad de Google, como ChatGPT, Claude o Perplexity, acceden solo al 10 % visible de resultados. Esto reduce drásticamente su capacidad de entrenamiento y afecta la diversidad de datos y la innovación en el sector.
¿Qué estrategias puedo seguir ahora para ser visible?
Diversifica tus canales: newsletters, LinkedIn, YouTube, comunidad propia. Optimiza tu SEO para el top 10, pero sin perder autenticidad. Revisa tu contenido, prioriza calidad sobre cantidad y enfoca tu posicionamiento con una estrategia clara.
¿Puede revertirse este cambio en Google?
De momento, Google no ha comunicado nada oficialmente. El cambio se ha aplicado de forma silenciosa y afecta por igual a todos los usuarios y creadores de contenido. No hay señales de que se revierta, así que toca adaptarse cuanto antes.